Lavamos bien los pimientos y los colocamos en una bandeja de horno, encendemos éste a 180º C. con aire.
Cuando la piel está tostada y se desprenda de la carne, los pasamos a una cazuela con tapa, y dejamos enfriar del todo.
Cuando estén fríos les quitamos bien la piel, si están bien asados se desprenderá muy fácil, quitamos bien las pepitas y partimos en tiras a lo largo. Colocamos las tiras sobre un colador con un recipiente debajo para recoger el líquido que han soltado, reservamos las tiras de pimiento en el líquido colado, hasta el momento de necesitarlos.
Si son para guardar en frascos terminamos de rellenar éstos con ese líquido.
Pero si son para guardarlos congelados, escurrimos bien los pimientos y podemos guardarlos en bolsitas de plástico en el congelador.
Maribel